Silencio y relax. Podemos confirmar que esta promesa de la propuesta hotelera de Vivood Landscape —ya sabes, la enseña que proyecta una instalación de lujo en el embalse de la urbanización Cerro Alarcón— se cumple, y antes incluso de que abra sus puertas. Aunque solo a medias. Porque es tan cierto que nos dan la callada por respuesta como que su silencio no invita precisamente a la relajación.

Si eres de la zona, posiblemente sepas que el pasado fin de semana se celebraron unas jornadas de puertas abiertas en las que la empresa daba a conocer el proyecto hotelero a los vecinos de las urbanizaciones colindantes.

Lo que casa con esa idea que se empieza a extender de que el futuro de ese espacio protegido se puede tratar como un punto del orden del día de una asamblea de vecinos, y que puede depender de la aprobación de los pocos que tienen la fortuna —y la responsabilidad— de vivir en las proximidades de ese paraje. Ojo, apuntamos esto porque se oyen rumores de votaciones y asambleas.

No está de más recordar que la parcela donde se prevé el desarrollo pertenece a una Zona de Especial Conservación, y todo el pantano sobre el que Vivood pretenden que sus clientes sientan que están durmiendo, es Zona de Especial Protección de Aves. Y que ambas son figuras de la Red Natura 2000 de la Unión Europea, sobre las que, en principio, no parece que tenga capacidad de decisión una comunidad de propietarios.

Lo que sabemos….

Varios vecinos conversamos con el CEO y arquitecto de Vivood Landscape Hotels, Daniel Mayo, en el transcurso de las jornadas. Quien confirmó:

  • que aún carecen de preceptivo Informe de Impacto Ambiental, lo que posiblemente despierte en ti las mismas preguntas que en nosotros: ¿no es un poco precipitada la presentación pública de un proyecto que pudiera no ser aprobado o no serlo en su planteamiento actual? ¿y no resulta curioso —no decimos que ilegal, decimos curioso— que cuente ya con la licencia de obra emitida por el ayuntamiento de Navalagamella?
  • que habla con la presidenta de la urbanización en la que se asentaría el proyecto, pero que aún no lo ha hecho con el ayuntamiento que le prestará servicios tan importantes como la recogida de basuras: Valdemorillo.
  • que desconocían que la parcela se encuentra en zona ZEC; aunque sí sabían que el espacio colindaba con una zona ZEPA.
  • que, por lo que respecta al arbolado, respetarán los ejemplares singulares “como marca la ley”. Has de saber que solo hay dos árboles de estas características en la zona, el enebro centenario de Cerro Alarcón y la encina singular de Navalagamella, y ambos se encuentra afortunadamente a varios kilómetros de la parcela en cuestión. Pero el futuro de los bosques maduros de pinos y encinas de la zona es incierto. Solo nos dice que la intervención no afectará a “parte del arbolado, y que más del 50% de la parcela se mantendrá en su estado actual”.

… y lo que querríamos saber

Pero Daniel Mayo finalmente ha declinado hacer la entrevista que en un principio nos había concedido, por lo que nos hemos quedado con las ganas de saber qué hubiera respondido a nuestra pregunta sobre si no considera una contradicción publicitarse como hotel paisajístico y ecologista, pero solo garantizar el respeto por los árboles singulares.

También nos hubiera gustado conocer cómo prevén garantizar el suministro de agua para el consumo de sus huéspedes; para el llenado y mantenimiento de 33 piscinas privadas, algunos spas y dos canales ornamentales; y a cuánto ascendería dicho consumo.

O si les preocupa la afectación a la fauna y a la flora del proceso de construcción y de la posterior explotación.

Asimismo, nos habríamos interesado por cómo valoran las cautelas expresadas por el Defensor del Pueblo por la opacidad del proyecto, así como las actuaciones emprendidas ante la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Transición Ecológica, en el sentido de que quizá pudieran ahuyentar a los inversores que están en proceso de atraer.

Por no hablar de la oposición de algunos vecinos, preocupados por el impacto del hotel en las infraestructuras de la urbanización y en la tranquilidad de la zona. Sin olvidar que se trata de un área catalogada por la Comunidad de Madrid como de alto riesgo de incendio forestal, y que cuenta con una única vía de entrada y salida.

Será en otra oportunidad, ojalá que cuando acepten el paseo guiado que les hemos ofrecido desde la asociación para que puedan ver, con ojos distintos a los de la rentabilidad empresarial, el tipo de riquezas que ya hay en la zona y que, de seguir el proyecto adelante, se verán afectadas con toda seguridad. Nos referimos a las aves, los anfibios, las encinas y los pinares del pantano de Cerro Alarcón.

Ubicaciones para el proyecto hotelero, hay muchas. Hábitats adecuados para estas especies, cada vez menos.